Riego moderado: Como buena suculenta, no requiere riego frecuente. Deja que el sustrato se seque completamente entre riegos. Evita encharcarla, ya que el exceso de agua puede causar pudrición de las raíces. En invierno reduce el riego, ya que la planta entra en una fase de reposo.
Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas, entre 15°C y 25°C. No tolera bien las heladas, por lo que debes protegerla en invierno si la tienes en exteriores.
Humedad: No necesita mucha humedad, lo cual la hace ideal para ambientes secos. Evita rociar las hojas con agua, ya que esto puede favorecer la aparición de hongos.
Fertilizante: Durante la primavera y el verano, puedes fertilizarla una vez al mes con un abono específico para suculentas y cactus. En otoño e invierno, no necesita fertilización.
Poda: Después de la floración, puedes cortar las flores marchitas para favorecer un nuevo crecimiento y mantener la planta limpia.
*Tóxica en caso de ingesta.